30-09-2008.
A veces la serpiente es como un río
con todos sus meandros;
una serpiente oscura:
cobra o pitón;
columna de moaré y de lentejuelas
que se estremece y danza, salomónica.
Todo el aroma agraz
de frutas tornasoles.
Todo el champán que cabe en su zapato.
Toda la luz que brilla en una cripta.
Mordedura de yegua. Negro fuego.
El negro no es la ausencia de color:
es el sueño profundo de la luz
para que el ritmo estalle en cien bengalas.
Hay diosas de la noche
que imitan su opulencia,
su abrir y cerrar de ojos,
las curvas de su sueño
y el aire enfebrecido
de su piel celofán
de chocolate negro.
Y hay diosas que se mueren
sin saberse morir
con muerte marabú
sobre unas plataformas
de tacones eiffel.