04-01-08.
Entro en el tema que mi compañero de Safa (Diego Rodríguez Vargas, de la misma promoción del 67) dedica a los obispos con su extraordinaria pluma (me gusta mucho cómo escribe) y del que, aunque comparto la mayoría de su contenido (no todo), pienso que es un falso debate, porque en lo sustancial cada parte (Iglesia y Estado) sabe perfectamente hasta dónde tienen razón su posición y la del otro. Creo sinceramente que es “una nueva cortina de humo” que este gobierno se “saca un poco de la manga”, aprovechando que algunas intervenciones de la jerarquía de la Iglesia (a la que en algún caso habría que recordarle aquello de si tu mano, tu ojo —yo diría “tu lengua”— va a servir de escándalo, córtatela o sácatelo, porque más vale entrar en el reino de los cielos manco, ciego, mudo… ¡ojo, la jerarquía no es toda la Iglesia!), aprovechando que algunas intervenciones de la jerarquía de la Iglesia son más que cuestionables (deberían algunos callarse o que le hagan callar otros superiores) y se las brindan al gobierno un poco en bandeja, para que éste tenga entretenido “al personal”, desviando la atención de otros problemas que afectan “muy mucho” a la población, a la que dicen que representan y por lo que están ahí (vivienda, paro, inflación, subida de productos básicos, situación de los inmigrantes, y un largo etcétera).