Presentación de «Al Ammariyya»

 

22-06-06.

CULTURA

 

Diego Rodríguez lleva al teatro los contrastes entre tradición y modernidad en Marruecos
C. FERNÁNDEZ

málaga. Durante los tres días que duró una boda marroquí a la que Diego Rodríguez Vargas fue invitado en Annual, los asistentes contaron decenas de historias, hechos cotidianos en los que estaba patente el conflicto entre la tradición popular y familiar y la modernidad que impone la globalización.

De estos relatos surgieron los personajes de Al ammariyya, una obra teatral de pequeño formato en un acto dividido en seis cuadros en los que se mezcla la palabra con la música, la danza y el espectáculo visual que supone una ceremonia nupcial en Marruecos. El libro, editado por el Centro de Publicaciones de la Diputación de Málaga, fue presentado ayer. La compañía Àvalon Teatro, bajo la dirección de Irma Ruiz, llevará a escena el texto el próximo sábado en el Centro Cultural Provincial.

«Es teatro de tesis porque defiende una postura, una posición ante la realidad», comenta Diego Rodríguez Vargas, que ha elegido como protagonista la al ammariyya, una especie de trono nupcial en el que se pasea a la novia entre los invitados al convite. «Este objeto es el símbolo del sueño de toda mujer marroquí», dice el autor. En torno a él giran cuatro personajes, «cada uno con un sueño que se convierte en obsesión». Rashid es un emigrante que vuelve después de pasar ocho años entre España y Francia para casarse con su novia, Radja. Ella es un prototipo de mujer con dinero que ha estudiado en Granada y que no ha podido esperar a Rashid. En breve será la esposa de un melillense. «Su sueño es llegar al Parlamento de Rabat y luchar por la igualdad de la mujer», explica Rodríguez Vargas.

 

Said representa, según el autor, al joven marroquí que ansía emigrar aunque sea en una patera, su meta es vivir en Al-ándalus, y Malika lleva cinco años esperando a su novio que se fue en busca de dinero para poderse convertir en su marido. «Con esta obra pretendo crear una atmósfera de debate sobre la dignidad, la libertad y las diferencias sociales, de género y, sobre todo, las que se dan entre norte y sur», afirma el autor de la obra, miembro de la comisión Interreg III-A, algo que le ha permitido observar de cerca la realidad marroquí. En torno al Rif, Rodríguez Vargas observó el contraste entre la pobreza y el esplendor, «como si ambas convivieran al mismo tiempo con total naturalidad».

 

Esta obra teatral surgió tras la publicación, el pasado año, de Al son de una casida. Diego Rodríguez escribió un libro de relatos inspirado en un poema de Gerásimo Arjona. Los textos recogen desde los encuentros y desencuentros entre Al-ándalus y el Magreb, al tráfico actual de cannabis, las pateras que intentan llegar a las costas españolas y las expectativas de cierta apertura que llegan con la nueva monarquía alauita.

Portada de Al ammariyya

 

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