12-10-06.
Paso con frecuencia por esta página web nuestra de cada día en busca de artículos, vivencias, recuerdos… y alguna pizca de sentido del humor. A veces me encuentro opiniones radicalmente opuestas a la mía sobre política, educación, religión… Normal. ¡Qué seríamos si todos pensáramos igual! Aquello pasó a mejor gloria. El uniforme intelectual y moral dejó paso a la diversidad y a la diferencia. Sólo algo perdura o debería prevalecer: el buen gusto por las formas. Las que no tuvo el actor gallego Pepe Rubianes en la entrevista que le hicieron en TV3 y que nuestro compañero Pedro Ruiz critica en su reciente artículo Un español, orgulloso de serlo con el mismo tono de crispación y mal gusto que el citado dramaturgo.
No. Rotundamente no. El estilo de los antiguos alumnos de la Escuela de Magisterio de la Safa de Úbeda debe ser respetuoso y limpio en las formas. Al libro que se nos entregará el próximo día 21 de octubre me remito.
Por eso, después de disfrutar con el último artículo de Mariano Valcárcel, A vueltas con lo mismo, por su bien argumentada tesis sobre la religión en la escuela, me ha sorprendido el que acabo de leer de Pedro Ruiz por su crispación, provocada, seguramente, por las bravuconadas del señor Rubianes.
Tan malo es el exceso de patriotismo nacional como el radicalismo nacionalista de ciertos territorios. Al fin y al cabo todos somos ciudadanos de este mundo. En el otro, ya veremos.