Diluyéndose en tristeza

Antonio, limpiando el “camarote” por desahucio, encuentro estos versos… que ciertamente no son crascitar de cuervo. Se los entrego a Berzosa para que, previa autorización tuya, y con una adecuada presentación, los eche al viento en la página web… ¡Qué pluma de mi cantera se perdió…!
Saludos.
Jesús M.ª Burgos.

A mi buen amigo y maestro D. Jesús María Burgos que me ha introducido en el bazar de los versos.
Antonio Poza.
Versos, sublimes versos
esqueléticos, viejos,
socavando mis horas en silencio.
He salido esta noche
para lanzar mis versos
a horcajadas del viento,
que vivir en la tierra
soñando con el cielo
es morir poco a poco
sin estrellas ni besos…
Versos, fugaces versos.
Mi vida ha sido un verso
interrogante, incierto,
buscando inútilmente
la concreción exacta,
la estrofa, la esperanza.
Mil palabras en verso,
rugientes, en acecho,
esperando el momento
de estrellarse en mi cuerpo.
Veros, amargos versos.
Hay en mis pupilas
dos muecas en verso.
Versos, sublimes versos,
fugaces, esqueléticos, viejos,
amargos, en acecho…
            ¿Y esta tristeza mía
gangrenándome el pecho,
quiere solucionarse
con tantos versos
esqueléticos,
viejos…?
 
Antonio Poza Herrera.
1961.
 11-03-05.
(50 lecturas).

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